Chile importa cerca del 20% de los lácteos que se consumen en el país, 40% en el caso de los granos y más del 50% de las carnes. Es por ello que la advertencia que realizó la FAO no ha pasado inadvertido para parte del sector privado. “A partir de abril y mayo se esperan interrupciones en las cadenas de suministro alimentaria”, constata el organismo internacional.
Si bien la entidad afirma que hasta ahora se han producido interrupciones mínimas en la cadena de producción y existen reservas suficientes de los productos -que han permitido precios estables-, reconoce que ya se están observado problemas en la logística para el movimiento de los alimentos, así como también dificultades en el sector ganadero por “la reducción del acceso a los piensos y la menor capacidad de los mataderos (debido a las limitaciones logísticas y la escasez de mano de obra), de manera similar a lo que ocurrió en China”.
Agrega que es probable que las restricciones al transporte y las medidas de cuarentena impidan el acceso de los agricultores a los mercados, frenando su capacidad productiva y obstaculizando la venta de sus productos. Asimismo, la escasez de mano de obra podría afectar a la producción y elaboración de alimentos, en particular en el caso de los cultivos intensivos en mano de obra.
Si bien no ve alzas fuertes en los productos, estima que será el mercado de la carne y algunos productos perecibles los que en el corto plazo experimentarán incrementos.
Precisamente este jueves el director general de la FAO, Qu Dongyu, afirmó que "la pandemia de Covid-19 está afectando a los sistemas alimentarios y a todas las dimensiones de la seguridad alimentaria en el mundo (…) Ningún país es inmune”.
“Tenemos que asegurarnos -añadió- que las cadenas de valor de los alimentos no se interrumpan y sigan funcionando bien, y promover la producción y la disponibilidad de alimentos diversificados, inocuos y nutritivos para todos”.
Lo anterior cobra mayor relevancia en un contexto en que los países productores de ciertos alimentos han comenzado a restringir las exportaciones para acumular reservas.
Kazajstán, uno de los mayores exportadores de harina de trigo del mundo, prohibió las exportaciones de ese producto junto con otros, incluidas las zanahorias, el azúcar y las papas. Vietnam suspendió temporalmente nuevos contratos de exportación de arroz. Serbia ha detenido el flujo de su aceite de girasol y otros bienes, mientras que Rusia está dejando la puerta abierta a las prohibiciones de exportaciones y dijo que está evaluando la situación semanalmente, destacó Bloomberg.
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