El Observatorio de la Cadena Láctea Argentina emitió su 7mo informe de coyuntura, en el cual expresó que la producción primaria en enero prácticamente no sufrió modificaciones respecto a los registros de diciembre pasado. Además, en ningún caso se visualiza un crecimiento para el próximo mes, una tendencia marcada y contundente en las cuencas más importantes en términos de aporte a la producción nacional.
Las cuestiones climáticas resultaron condicionantes a muy condicionantes para el bienestar de los animales (estrés calórico y barro), y para el desarrollo de pasturas y cultivos, en algunas regiones por déficit hídrico y en otras por excesos de lluvias.
La oferta de pastura es restrictiva y el estado de los cultivos destinados para reservas es caracterizado como regular a malo. Los rendimientos de los silajes provenientes de maíces de primera resultaron en la mayoría de los casos inferiores a los promedios regionales, con escaso aporte de grano. Dependiendo de las cuencas, y teniendo en cuenta especialmente los antecedentes climáticos registrados en 2017, la disponibilidad de reservas es considerada entre restringida a nula.
La suplementación se mantiene en niveles estables. Comienza a preocupar el importante deterioro de la capacidad de compra del litro de leche frente a estos insumos. El maíz, que tuvo un pico de relación con la leche de 2,45 durante 2017, en enero ya está en 2,00 y es posible que caiga aún más.
El descarte de vacas se encuentra en niveles normales. Los tambos que dejaron la actividad fueron "casos muy aislados".
El precio de la leche al productor se define como estable. Se evidencia por los comentarios realizados por los referentes que podría darse un leve incremento (menor al 10%) en el transcurso de los próximos 3 a 4 meses.
Como síntesis, integrando y ponderando la información suministrada por los distintos referentes regionales, se podría considerar que la producción de enero resultó levemente inferior a la de diciembre de 2017 y que no existen evidencias de que la misma se recupere en febrero, con lo cual se seguirá con la caída estacional hasta abril como sucede todos los años. Lo que queda por dilucidar es la profundidad de esa caída, ya que las condiciones climáticas, sobre todo por altas temperaturas y déficit de lluvias, pueden acentuar el pico de mínima producción.
Las condiciones climáticas, la oferta restrictiva de pasturas, la necesidad de ajustar el uso de silaje por bajos rendimientos, la limitada calidad nutricional de los mismos (por la cantidad de grano), un uso más restrictivo de los suplementos energéticos y proteicos (por incremento de sus costos) y el inicio del secado de vacas, permiten visualizar un año 2018 que, al menos en su primer cuatrimestre, no estará exento de dificultades en el sector primario. Éstas tendrán consecuencias no solo inmediatas sino seguramente sobre el resto de año (en esta época se define la cantidad y calidad de las reservas).
Por otra parte el Precio de la leche informado por la industria para el mes de diciembre de 2017 fue de $ 5,79 por litro (+0,7% respecto al mes anterior, +23,0% respecto a igual mes del año anterior y +124,9% respecto a diciembre de 2015), y de US$ 0,327 por litro (+10,0% respecto a diciembre de 2016 = US$ 0,297).
El Costo Promedio Ponderado Regional de Mediano Plazo (Gastos Directos + Gastos de Estructura + Amortizaciones – Recuperos) fue para diciembre 2017 de $ 5,22, mientras que el Costo de Largo Plazo (incluye el costo de oportunidad al capital invertido) fue de $ 6,58 por litro de leche. El 10% de los tambos que posee los mejores resultados económicos (decil superior) arrojó valores de $ 4,47 y $ 5,68 respectivamente para esas medidas de costeo.
Cadena de Valor
La producción nacional de leche muestra entre 2016 y 2017 a tambo constante una caída interanual del 0,4%. Por otra parte una muestra de 15 empresas sobre el grupo de las principales 20 del país, presenta un crecimiento, también a tambo constante, del 1,92%. Otro dato importante es el que surge de la "elaboración" que aporta la serie de relevamiento coyuntural a noviembre 2017, que indica una caída en la elaboración (asimilable a producción) del orden del 0,7%.
Con todos estos datos podemos inferir que la producción total de Argentina para el año 2017 presenta una variación con respecto al año 2016 de +/- 1%.
Con respecto al año anterior, en dic/17 el precio al productor varió +23%, el valor de salida de fábrica +26,7%, y el de mercado +20,7%. Ello determinó que la participación en el precio final fuera de 29,5% (+0,6) para el productor; de 28,2% (+2,2) para la industria, y de 26,6% (- 2,7) para el sector comercial. En 2017, con un valor generado bruto de $ 196 mil millones, el valor neto fue de $ 1.165 millones, desglosado en un valor retenido positivo para la industria de $ 1.378 millones y un valor negativo de $ 213 millones para el sector primario.
El valor de referencia de oferta del sector primario (costo de producción) fue para diciembre 2017 de $ 5,85, el valor de referencia de demanda de la industria de $ 5,95 (poder de compra), y el precio pizarra de $ 5,79 por litro.
El poder de compra varió significativamente entre los distintos estratos de industrias, siendo de $ 6,39 para las grandes empresas y de $ 5,22 por litro de leche para las Pymes.
Respecto al consumo doméstico, puntualmente recesivo en este inicio de año, se espera que se reactive a partir de marzo, lo cual sumado a las condiciones mencionadas de precio internacional y tipo de cambio y a una producción llegando al pico de mínima, debería en cierta medida tonificar los precios al productor.
Todo esto pone en evidencia la necesidad de continuar profundizando la implementación de acciones hacia la cadena, que permitan morigerar la permanente volatilidad del mercado internacional, tanto en precio como en demanda, y atemperar los efectos adversos del clima.
Estas dos cuestiones del contexto, sumadas a las de la economía local, impactan sobre la cadena, que necesita desarrollar mecanismos aptos para enfrentar esas circunstancias.
Fuente: www.diariocastellanos.net