"Si los productores entregamos materia prima tanto o más barata que el mundo, ¿por qué como país no podemos ir a la conquista de los mercados internacionales? Creo que en esta respuesta las plantas tienen mucho que decir". Esa es la interrogante que se plantea Cristián Swett, gerente general de la compañía neozelandesa Manuka, la principal lechería a base de pastoreo en Chile, con una producción de 132 millones de litros al año, lo que equivale a más del 10% de la leche transada en el país.
En medio de una disputa entre productores lecheros y plantas procesadoras, marcada por recortes en el precio de la leche pagado al agricultor, Swett afirmó que "no existe ninguna razón evidente para una baja de precio, más allá de la estrategia comercial y de abastecimiento de cada compañía para así aumentar su rentabilidad". Si bien el ejecutivo estima que la baja favorecerá a las plantas procesadoras con mejores utilidades en el corto plazo, asegura que es una muy mala decisión en el largo plazo.
En el mercado chileno, su principal cliente es Prolesur, filial de Fonterra, que en febrero bajó en $17 el litro de leche pagado al productor. Swett indicó que Fonterra anunció esta semana un alza en Nueva Zelandia. Esto significa que "mientras el precio internacional sube, acá en Chile va en sentido contrario", reclama.
Si bien Swett dice que su matriz de clientes es diversificada, recalca que Manuka "no es inmune a las coyunturas de precios, y una baja de $17 como la que se ha manifestado pone a prueba la eficiencia de cualquiera". Advierte que, en este caso, la correlación de precios entre Chile y el resto del mundo es muy baja. "La regla de los commodities es que estos son siempre más caros en los lugares que son deficitarios. Si hoy nuestro país es deficitario en leche, debería aplicarse la misma regla, ya que no hay razones para que la leche cruda de un país deficitario como el nuestro sea más barata que el precio del país que la exporta".
Inversión en campos
El proyecto de Manuka tiene un objetivo específico hacia 2022. En Chile contempla tener habilitadas 70 lecherías (hoy poseen 45 en 10 mil hectáreas) en 17 mil hectáreas de un total de 23 mil hectáreas que dispone la compañía para la producción de leche de pastoreo. En total, serían 56 mil vacas en ordeña. Para continuar con ese plan, la firma tiene prevista una inversión de US$ 10 millones para este año.
"Sería bueno que se declare en los lácteos cuáles se producen con leche fresca nacional y cuáles usan leche en polvo importada".
Diferenciar productos
Uno de los aspectos que más han rechazado los productores locales es el creciente incremento de las importaciones de leche. Swett dice que Chile era un exportador neto de leche en 2008, con una balanza comercial favorable en 227 millones de litros. Sin embargo, desde entonces, el ejecutivo subraya que las importaciones han subido a tal velocidad que la balanza comercial del año pasado fue negativa en 449 millones de litros.
A Swett le parece razonable la importación, ya que cada compañía elige su estrategia. Sin embargo, afirma que "sería muy bueno que se declare explícitamente en los productos lácteos cuáles son producidos a partir de leche fresca nacional y cuáles usan como ingredientes la leche en polvo importada". Agregó que, tal como se hace con la comercialización de carnes, "hay que dejar que el consumidor decida".
Manuka vende el total de su producción en Chile y Swett destaca la relevancia que hoy tienen el origen y la trazabilidad. Subraya el ejemplo de Colun al mostrar su principal atributo: "magia del sur", que es igual a decir leche 100% chilena.
Fuente: http://www.economiaynegocios.cl