Opinión: “Reforma tributaria y agricultura”

Opinión: “Reforma tributaria y agricultura”

En un escenario de altísima inflación (el país acumula una subida de precios de 12,5% a doce meses, máximo nivel desde 1994), de gran incertidumbre económica y social a nivel nacional e internacional, el gobierno se encuentra impulsando su proyecto de Reforma Tributaria, dado a conocer en los últimos días.

Variadas son las reformas y nuevas indicaciones: un sistema de renta desintegrado, cambios en la norma de tasación del SII, modificaciones a los ingresos no renta, un nuevo sistema de impuesto sustitutivo a utilidades acumuladas por RAI, un impuesto del 1,8% que se acumulan en sociedades no operativas, impuesto al patrimonio, se crean las normas de beneficiario final (inversiones extranjeras), entre otros cambios.

De todos los elementos, la agricultura se verá mayormente impactada con los cambios que se generarán con la eliminación de la renta presunta, donde se bajan los topes de venta de 9.000 a 2.400 UF de ventas anuales. Por otro lado, las modificaciones que se generan en las normas de herencia, van a depender mucho de la estructura de cómo se encuentren distribuidas las empresas, es decir, será distinto si quienes heredan es una sociedad por acciones o una Ltda. versus una persona natural.

También se verán afectados por el aumento de las tasas en el impuesto global complementario, y las modificaciones de reestructuraciones que prohíben que las empresas familiares agrícolas puedan tener una reorganización y continuidad del patrimonio que se genera con el trabajo.

Por otra parte, es importante mencionar las normas que se crean y el poder que se le entrega al SII, desde un punto de vista elusivo: actualmente, es un juez tributario quien determina si una operación es elusiva o no. Ahora se plantea que sea “en sede administrativa”, es decir, será el mismo SII quien tenga esta facultad, lo que consideramos un retroceso en nuestro sistema de justicia tributaria, en el cual hemos avanzado desde el año 2012 en adelante.

A todo lo anterior, debemos sumarle las incertezas que la plantea la nueva Constitución en temas como derechos de aguas y tierras, en un momento donde la producción de alimentos es más relevante que nunca. Ante este complejo escenario, cabe la gran duda si era el mejor momento para impulsar una reforma de esta naturaleza. Juzgue usted.

Por Ricardo Hott Rehbein, director de Aproleche Osorno

 

Fuente: https://www.australosorno.cl/