Durante la feria Anuga 2025 en Colonia (Alemania), el gerente general de Conaprole, Gabriel Valdez, transmitió un mensaje de optimismo para la cooperativa uruguaya: la recuperación del mercado chino podría reequilibrar las condiciones internacionales del sector lácteo. En paralelo, la empresa refuerza su estrategia de diversificación para afrontar riesgos globales.
Valdez detalló que, aunque algunas regiones enfrentan una abundancia de oferta de leche —producto de condiciones climáticas favorables, bajos costos de alimentación y altas producciones—, la caída en la producción doméstica china abre una ventana para que los exportadores uruguayos vuelvan a tener protagonismo allí. “Puede haber un excedente sudamericano, pero la demanda china empieza a mejorar y eso ayuda a equilibrar el mercado”, señaló.
Conaprole espera retomar en 2026 su presencia en el mercado chino, donde supo ser el segundo proveedor mundial con más de 20.000 toneladas exportadas en 2021 y 2022. “Estamos en contacto con las autoridades y confiamos en que el año que viene pueda concretarse el regreso. Para China es positivo diversificar proveedores, y para Uruguay sería clave contar con ese mercado en un contexto de alta volatilidad”, señaló.
El gerente recordó que Nueva Zelanda ya goza de arancel cero y que Australia lo tendrá desde 2026, por lo que Uruguay busca acuerdos que le permitan competir en igualdad de condiciones. Mientras tanto, Conaprole mantiene firme su inserción en Argelia —“un mercado muy demandante”— y en Brasil, donde las ventas actuales se concentran en leche en polvo descremada debido al alto nivel de producción interna.
En el plano global, Valdez describió un escenario de precios relativamente estables, aunque condicionado por la volatilidad de las monedas y la incertidumbre económica internacional. “Exportamos el 80% de nuestra leche y dependemos de los mercados internacionales y del tipo de cambio. El dólar más bajo afecta la ecuación, pero la empresa está bien vendida hasta fin de año y eso da tranquilidad”, sostuvo.
El ejecutivo subrayó que Conaprole exporta a 71 países, frente a 40 hace seis años, como parte de una política de mitigación de riesgos. “Las guerras, la inflación y los problemas logísticos siguen, por eso debemos ser flexibles y adaptarnos rápido: en productos, en formatos, en mercados”, indicó.
Sobre el acuerdo Mercosur–Unión Europea, Valdez fue cauto: “En lácteos no parece que vayamos a ser ganadores. Falta ver la letra chica, pero dependerá de cómo se distribuyan los cupos de queso y leche en polvo. Nuestro desafío es seguir innovando y diversificando para mantenernos competitivos”.
La lechería argentina se encuentra atravesada por una tendencia mundial, en la que cada vez se produce más leche, pero cada vez son menos los productores. Esta es la conclusión que surge del último relevamiento del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), que analizó los datos de estructura productiva a diciembre de 2024 y evidenció una fuerte concentración.