Leche y salud:  De qué está hecha la mantequilla

Leche y salud: De qué está hecha la mantequilla

Todos los días consumimos mantequilla en postres, pan o platillos, pero, ¿sabes cuáles son sus ingredientes y cómo se elabora? Aquí te lo contamos.

La mantequilla es un ingrediente clave en cualquier cocina del mundo, en especial cuando se habla de repostería. Por su sabor, consistencia y versatilidad, este producto lácteo sirve para hornear o sazonar e, incluso, se puede untar directamente en el pan o algún postre. Es una emulsión casi sólida, pero lo suficientemente untuosa (grasa y pegajosa) que le da esa característica maleable.

La consumimos prácticamente a diario, pero pocos saben cuál es su valor nutricional y sus usos más allá de la cocina, esto sin olvidar que su composición le ha ganado varios detractores. Existen diferentes tipos de mantequilla, una de sus versiones más conocidas es la margarina, pero, ¿contiene los mismos ingredientes?

A continuación te explicamos de qué está hecha y cómo se produce la mantequilla.

Usualmente cuando se va al supermercado, la mayoría de las personas adquieren cualquier marca o tipo de mantequilla sin informarse realmente sobre sus componentes. Larousse Cocina señala que una mantequilla de calidad “no debe romperse fácilmente ni ser grumosa o pegajosa” a temperatura ambiente, además de su delicado aroma. De qué está hecha la mantequilla Es un producto de origen animal que se obtiene del amasado y batido de grasas lácteas y agua. Es elaborado principalmente a partir de la leche de vaca, aunque también se utiliza la leche de cabra u oveja, esto infiere directamente en su color, el cual puede ir de un amarillo claro a un blanco crema según la alimentación del animal.  Para su producción se bate la crema de leche o nata (que contienen las llamadas grasas butíricas que mencionamos arriba) con el agua de arriba-abajo hasta que se obtiene una textura untuosa. En la mayoría de los casos, la mantequilla se compone de un 80 por ciento de grasa, el resto del porcentaje es agua. 

Pese a lo que dicen sus detractores, la mantequilla es rica en vitamina A, D y E, colesterol y grasas saturadas (contiene hasta 400 ácidos grasos), razón por la que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja no consumirlo en exceso, en especial si tienes problemas de colesterol. Diferencias entre margarina y mantequilla Al contrario del origen de la mantequilla, que se remonta a siglo atrás y cuya producción era muy apreciada por los vikingos y celtas, la margarina surgió en la década de 1860 a petición de Napoleón III, quien realizó un concurso en Francia para encontrar un alimento similar a la mantequilla, pero más económico, ya que la producción de leche no cubría la demanda.  El químico Hippolyte Mège-Mouriés presentó su invento en 1869: una sustancia grasa, blanca y blanda, a la que nombró margarina. A diferencia de la mantequilla que está elaborada con productos animales, la margarina se compone de aceites vegetales como soja, oliva, girasol y maíz.

¿Mantequillas que no lo son? El Laboratorio de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) realizó un estudio en 2020 en el que analizó 35 marcas y tipos de mantequilla que se venden en el supermercado. En el documento la institución alertó sobre varios productos que se venden como mantequilla, pero no lo son y recopiló datos sobre la composición de otros, en el siguiente link puedes acceder al estudio.  Cabe mencionar que además de su uso en la elaboración de alimentos, la mantequilla también se utiliza para dar brillo a los metales, quita las manchas de tinta sobre plástico, calma los dolores de pies cansados, quita los malos olores y sirve como crema de afeitar.

Fuente: https://www.milenio.com/