Dime qué quieres prevenir y te diré qué lácteo tomar

Dime qué quieres prevenir y te diré qué lácteo tomar

Los productos lácteos y sus derivados han dado mucho de qué hablar en los últimos años. En España es relativamente fácil adquirirlos y consumirlos. Incluso nuestras guías nutricionales aconsejan el consumo de hasta tres porciones diarias, algo no tan común en otras zonas del planeta.

Sin embargo, hasta hace relativamente poco, los lácteos enteros se relacionaban con el aumento del riesgo cardiovascular por las grasas saturadas que poseen de forma natural. Al contrario que las que contienen otros alimentos, estas grasas saturadas tienen un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares y metabólicas como la diabetes.

Ahora, un nuevo metanálisis ha querido analizar todos estos datos a fondo, diferenciando las propiedades de productos lácteos enteros y desnatados.

Para ello, realizaron búsquedas en las bases de datos científicas de PubMed, Embase y Web of Science hasta abril de 2021. Incluyeron estudios de cohortes donde se incluyese el consumo de lácteos y sus posibles asociaciones con sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes tipo 2. En total se encontraron 9.887 artículos con estas características, pero finalmente se incluyeron 42 trabajos tras aplicar los criterios de inclusión y exclusión.

Respecto a la relación entre consumo de lácteos, sobrepeso u obesidad, se observó una asociación lineal para el consumo total de lácteos. El riesgo de sufrir un peso por encima de lo saludable disminuía hasta un 25% por cada incremento de 200 g diarios de lácteos totales, hasta un 7% por cada incremento de 200 g diarios de lácteos altos en grasa, y hasta un 12% por cada incremento de 200 g diarios de leche. Por su parte, el riesgo de sobrepeso u obesidad disminuía hasta un 13% por cada aumento de consumo de 50 g diarios de yogur.

Respecto a la relación entre consumo de lácteos e hipertensión, se observó una relación no lineal en el consumo total de lácteos, y una asociación inversa con los lácteos bajos en grasa y la leche. Por cada aumento de 200 g diarios de leche, el riesgo de hipertensión disminuía. Los autores hacen hincapié en que los lácteos desnatados destacaban especialmente en este aspecto.

Finalmente, respecto a la relación entre consumo de lácteos y diabetes tipo 2, todos los tipos de lácteos, excepto la leche y los productos lácteos desnatados, mostraban asociaciones no lineales. Por cada aumento de 200 g diarios de lácteos totales enteros, el riesgo de diabetes se reducía un 3%. Por su parte, por cada aumento de consumo de 50 g diarios de yogur, el riesgo se reducía un 7%.

Así pues, como conclusión final, los autores sugieren que todos los tipos de lácteos tendrían beneficios para la salud cardiometabólica, pero no todos en el mismo sentido:

- El consumo de lácteos en general se asociaría con un menor riesgo de sobrepeso, obesidad, hipertensión y diabetes tipo 2.

- El consumo de leche y yogur enteros, en especial, serían los que más se asociarían con la prevención del sobrepeso y la obesidad.

- El consumo de leche en general, y lácteos desnatados en particular, se asociaría con un menor riesgo de hipertensión arterial.

- El consumo de yogur en especial se asociaría con un menor riesgo e diabetes tipo 2, en comparación al resto de lácteos.

 

Fuente: elespanol.com/